A diferencia de otras sagas iniciadas a finales de los 70 y comienzos de los 80 como las de Rocky o Indiana Jones, en los años de mi infancia y adolescencia nunca me llamó la atención “Star Wars”.

Es casi inevitable, se conozca en detalle la serie o no, saber de uno de los personajes de la saga, el característico Chewbacca, que, según la Wikipedia, es un “wookiee, un bípedo alto, peludo y robusto, especie inteligente del planeta Kashyyyk. Chewbacca es el leal amigo y socio de Han Solo, y sirve como copiloto en la nave espacial de Solo, el Halcón Milenario. Era interpretado por el actor Peter Mayhew”.

Peter Mayhew, nacido en 1944 y fallecido en 2019, interpretó, como se ha indicado, desde sus más de 2 metros (2,14, según unas fuentes, 2,21 o 2,22, según otras) al wookiee que atrae nuestra atención.

Mark McNamara ganó el anillo de la NBA en 1983, en los Sixers de Moses Malone. Tres años más tarde desembarcaría en el Caja de Ronda (1986-87), donde, inadaptado, dio la “espantada” a mitad de temporada, para regresar a la ACB en la temporada 1990-91, al Zumos Júver de Murcia, y terminar su breve periplo español en el Real Madrid (1991-92). Sus estadísticas están disponibles en la web de la ACB, aunque las de la temporada en Málaga no se recogen.

Precisamente, McNamara sustituyó en Madrid a Rickey Brown, tan añorado en Málaga por los años extraordinarios que regaló a la afición en la época de Mario Pesquera al mando del equipo, y, en la capital, por el buen rendimiento y el “robo” a Fassoulas que permitió al equipo blanco conquistar la Copa de Europa 1991/92 ante el PAOK de Salónica.

Los éxitos deportivos en Málaga se iniciaron con la conquista de la Korac (2000-01), bajo la dirección de Maljkovic (después, debidamente repartidas en el tiempo, llegarían la Copa del Rey, la Liga ACB y la EuroCup), pero el baloncesto arrancó en nuestra ciudad mucho antes, en 1977, gracias a la Caja de Ahorros, cuya actividad continúa hoy la Fundación Unicaja.

La década de los 80 —también parte de la de los 90— representa para los que la vivieron, a pesar de las dificultades deportivas y las de otra naturaleza, una época dorada, mítica, en la que se entremezclaron los hitos reales y otros que nos parecen imaginados. Como muestra, la sorprendente cita al Caja de Ronda en la película “La Joya del Nilo”, a la que se refirió José M. Domínguez en una entrada de su blog.

El Caja de Ronda de entonces disponía del uso de una vivienda (desconozco si en régimen de propiedad o de alquiler), en el que alojaba a sus jugadores “americanos” (sí, “extranjero” y “americano” eran sinónimos en aquella época; los jugadores de otras nacionalidades llegarían a la liga española de baloncesto bastante más tarde). La particularidad es que esta vivienda era justo la de al lado de la mía (dicho con mayor exactitud: la de mis padres). Bajar en el pequeño ascensor con cualquiera de estos jugadores siempre era un momento difícil e intenso, por ser quienes eran, en primer lugar, ante los ojos de un niño, y, más objetivamente, por su enorme tamaño (eso me parecía, pero es que además eran muy altos, porque casi todos ocupaban la posición de pívot; el primer base norteamericano que recuerdo como jugador de nuestra liga fue Michael Anderson, del Real Madrid).

Durante mucho tiempo corrió el runrún de que McNamara interpretó a Chewbacca, y esta presunción la di por buena, aunque tampoco me molesté en llevar a cabo las comprobaciones oportunas. Cuando en 2019 leí que el actor que dio vida al “bípedo alto, peludo y robusto”, Peter Mayhew, había fallecido, se derrumbó un mito de mi niñez.

Sin embargo, hay algo de cierto en que el jugador de baloncesto llegó a tener un vínculo con la saga de “La guerra de las galaxias”…

Según un artículo de Miguel Á. Fernández publicado en As, Mayhew enfermó durante el rodaje de “El imperio contraataca”, en 1977, debiendo ser sustituido por un actor de su talla, del que tampoco había que esperar unas especiales dotes interpretativas; obviamente, por eso del tamaño, quién mejor que un jugador de baloncesto…: “Los productores decidieron sustituir al actor por un doble y eligieron a Mark McNamara, un jugador de baloncesto que venía recomendado por su prima, Chris Bowers, doble de Carrie Fisher. El pívot rodó varias secuencias bajo la pelambre de Chewbacca. Sin embargo, el material fue eliminado del montaje final. Al parecer existía disparidad entre sus movimientos y los de Mayhew”. Continúa Fernández: “McNamara fue reclamado nuevamente en El retorno del Jedi (1983). Allí conoció a Harrison Ford y otra vez vivió de lleno el rodaje. Tampoco fue incluido en la película […]”.

Enrique Miranda, de diario Sur, añade que “una búsqueda en el portal especializado de cine IMDb con el nombre de McNamara arroja un curioso resultado. El jugador sí llegó a aparecer en La Batalla del Planeta de los Ewoks, en 1985, una película para televisión que se rodó tras el éxito de Star Wars”.

Así que, a pesar de mi desapego por “Star Wars”, lo puedo afirmar con rotundidad: sí, yo conocí a Chewbacca.

 

(Imagen de la entrada de la autoría de Freepik – www.freepik.es)


José María López Jiménez

Especialista en regulación financiera. Doctor en Derecho

1 comentario

vanesa J.Bustillo · 21 abril, 2020 a las 10:06 am

Interesante post,a mí tampoco me encandiló especialmente Star Wars:)

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