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Rocky II (1979) está dirigida y protagonizada por Sylvester Stallone. Es la secuela de Rocky (1976) y relata la continuación de la historia de Rocky Balboa, un boxeador de un barrio deprimido de Filadelfia que lucha por recuperar su carrera después de una derrota a los puntos (una victoria moral, en todo caso) en su primer combate contra el boxeador profesional Apollo Creed.

Al comienzo de la película, Rocky se encuentra en una situación financiera difícil. A pesar de haber ganado una gran cantidad de dinero en su primera pelea contra Creed, Rocky ha gastado imprudentemente sus ganancias en cosas como un coche deportivo, ropa cara, una casa y diversos regalos para su familia y amigos, como su cuñado, a quien le obsequia con un reloj de oro.

Además, Rocky, que nunca ha sido muy disciplinado, se ha alejado de su carrera como boxeador y ha gastado su tiempo y energía, con escaso éxito, en actividades como aparecer en anuncios de televisión (nunca finalizados y, por tanto, nunca emitidos ni cobrados, pues Rocky no es capaz de aprender o leer unas sencillas palabras).

Las circunstancias le obligan a aceptar un trabajo precario, agotador y mal retribuido en el matadero, del que resulta despedido.

La situación financiera de Rocky empeora aún más cuando descubre que su esposa, Adrian, está embarazada y necesita atención médica costosa debido a complicaciones durante el embarazo.

Rocky se da cuenta de que necesita dinero desesperadamente y decide regresar al ring para una revancha contra Creed, quien no ha aceptado la pobre victoria por los puntos sobre Rocky al finalizar la película anterior.

A lo largo de la película, Rocky trabaja duro para recuperar su forma física y mental, entrenando en las calles de Filadelfia y en el gimnasio con su amigo Mickey. A medida que se acerca la fecha de la pelea, Rocky se enfrenta a una serie de desafíos, incluyendo una lesión en el ojo que pone en peligro su carrera.

Los motivos que llevaron a Rocky a la quiebra financiera al inicio de la película fueron su falta de disciplina financiera y la creencia de que con los réditos económicos de un combate podría llevar un elevado tren de vida de manera indefinida.

Con más educación financiera, Rocky podría haber evitado la ruina personal y familiar, pero no habríamos sido testigos de una película como Rocky II y, posiblemente, de una buena parte de sus secuelas (Rocky, Balboa, Creed…).


José María López Jiménez

Especialista en regulación financiera. Doctor en Derecho

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