Cómo no rememorar aquellas interminables tardes de agosto, en la residencia familiar de La Cala del Moral, con una incesante música de piano de fondo. En la banda sonora de mi vida figuran aquellas notas, que hoy día no sabría vincular con composiciones específicas: algo de Chopin, de Mozart, de Beethoven quizás. Las manos prodigiosas que arrancaban aquellos sonidos del teclado eran las de Manolo, nuestro vecino desde la década de los setenta en los meses estivales.

Solo algunos años más tarde sabría que realmente se trataba de Manuel del Campo y del Campo, uno de los mayores exponentes de la música malagueña de los siglos XX y XXI, a la par que enlace directo con la floreciente y culta ciudad de la segunda mitad del siglo XIX. Es decir, su vasta y profunda obra como compositor, director, académico y crítico abarca, nada menos, que tres siglos.

Pensar en Manolo supone necesariamente recordar también a Carolina y Manolo, tristemente desaparecidos, y a Carmen (Mamen) y Carlos, sin dejar atrás a David.

Nunca pude imaginar que el piano, tras saltarme a mí, como era previsible, en el reparto de talentos, entraría en mi hogar directamente décadas más tarde, y que contaría con un aventajado aprendiz de pianista. En mi último encuentro con Manolo y Mamen en La Cala Del Moral, hace un año aproximadamente, aproveché para decirle al pequeño aprendiz que tenía delante a una de las grandes personalidades de este instrumento y de la música malagueña, además de a un amigo, a lo que el Maestro, amablemente, respondió interesándose por el grado de avance de los estudios oficiales del joven aspirante.

Manuel del Campo merecía una biografía publicada en vida, y Paula Coronas, otra destacada pianista y académica malagueña, le ha dado forma (“Manuel del Campo y del Campo. Historia viva de la música de Málaga”, Fundación Málaga, 2020).

Manuel del Campo y Paula Coronas (imagen tomada de https://www.diariosur.es/culturas/libros/manuel-campo-enciclopedia-20200906171816-nt.html)

 

La Doctora Coronas repasa la vida del Maestro desde su nacimiento en Málaga el 20 de mayo de 1930. Un papel clave se reserva a su familia, y a Carolina en especial, a la que está dedicada la biografía. Tras tres años de noviazgo contrajeron matrimonio el 10 de julio de 1958 en la iglesia de San Agustín. Carolina, fallecida en 2017, fue la “choferesa” de Del Campo, “su cómplice ideal, seguidora y fiel entusiasta, la animadora perenne del rincón privado gracias a la cual el músico había logrado conciliar su labor artística con la intimidad del núcleo familiar” (pág. 54).

Este marco personal y familiar le sirve a Paula Coronas para exponer la intensa vida académica, profesional y social de Del Campo, que se acompaña de una buena cantidad de imágenes ilustrativas, con personalidades de renombre en diversos ámbitos, como Victorio Valle, Cecilia Rodrigo (hija de Joaquín Rodrigo), Antonio Banderas, Félix Revello de Toro, Manuel Alcántara o el mismo Alfredo Klaus, entre muchos otros.

La trayectoria del Maestro se liga por Coronas, en particular, a diversas instituciones malagueñas como son la Sociedad Filarmónica, el Conservatorio Superior de Música y la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo. Inevitable es aunar su figura, añadimos, con la Sala María Cristina, que figura en la portada y en la contraportada de la obra que comentamos, adquirida y recuperada para Málaga por la Caja de Ronda, y que hoy día forma parte del patrimonio artístico de la Fundación Bancaria Unicaja, tras haber pasado entre medias por Unicaja en su etapa de caja de ahorros (1991-2014).

Manuel del Campo no solo ha visto publicada en vida su primera biografía, sino que, además, en 2019, el Ayuntamiento de Málaga le concedió la Medalla de la Ciudad, que lleva consigo la distinción como Hijo Predilecto. También reciben su nombre desde 2011 los jardines situados cerca del Conservatorio Superior de Música (zona de El Ejido) (“Jardines del Músico Manuel del Campo”).

El Maestro ha sido profeta en su tierra y testigo de ello. Paula Coronas ha glosado su trayectoria irrepetible, y garantiza, con su propia obra, junto a la de otros artistas malagueños —de nacimiento o de adopción— el relevo generacional y la pujanza del arte, la cultura y la música en una ciudad milenaria y abierta como es Málaga.

 

(Imagen tomada de https://www.diariosur.es/culturas/musica/manuel-campo-sinfonia-20200519212234-nt.html)


José María López Jiménez

Especialista en regulación financiera. Doctor en Derecho

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