(Publicado en Diario La Ley, febrero de 2022)

El primer artículo doctrinal publicado lo recordamos —yo, al menos— como el primer amor: queda grabado para siempre en la memoria. Y mi primer artículo, sobre las tarjetas bancarias, lo publiqué en el número 6.686 del Diario La Ley, en 2007. Y también el segundo, un año más tarde, sobre las acciones colectivas y la protección de los consumidores. Estos dos artículos, estas dos disciplinas (la financiera y la protección del consumidor), han condicionado toda mi producción académica posterior, incluso mi forma de entender el Derecho y la sociedad a la que sirve y en la que se desenvuelve.

No puedo ocultar, desde un plano personal, la gratitud que siento hacia el Diario, al haberme ofrecido la posibilidad de compartir tribuna, humildemente, con verdaderos gigantes del mundo jurídico.

Soy lector asiduo del Diario desde hace cerca de 20 años. Cada jornada de trabajo comienza invariablemente con su revisión. Si antiguamente la atención prestada a la doctrina y la jurisprudencia era casi exclusiva, el Diario ha evolucionado para dar cabida a noticias y al análisis de tendencias.

Esta capacidad de adaptación, de la que la transición del papel a lo digital en 2016 es una inmejorable prueba, nos permite aventurar que a este número 10.000 le seguirán bastantes más.

Uno de los logros del Diario es que, siendo generalista, también permite profundizar en las diversas especialidades. Nos facilita estar al tanto de nuestras respectivas materias y, a la par, de la evolución general del Derecho, lo que nos sirve para recordar que la división de éste en diversas ramas responde, más bien, a una necesidad metodológica y pedagógica, que hemos de superar cuanto antes.

También destacaría que, en casos de verdadera relevancia, entre la aparición de una determinada problemática jurídica y la publicación de un análisis en el Diario apenas pasan días. Esto denota el dinamismo del Diario y su equipo y, lo que me parece tanto o más relevante, el compromiso de la comunidad jurídica que se ofrece a colaborar.

Y si los autores están dispuestos a desplegar el esfuerzo de analizar, casi en tiempo real, la legislación, la jurisprudencia y las tendencias, ello obedece, en mi opinión, al propio prestigio del Diario y a la calidad profesional y, sobre todo, humana, de su equipo.

Por lo tanto, solo cabe felicitar al Diario La Ley, y a Wolters Kluwer, por extensión, por haber alcanzado este número 10.000 tras 40 años de recorrido, un éxito en el ámbito editorial jurídico que está al alcance de muy pocos.

Categorías: Derecho Civil

José María López Jiménez

Especialista en regulación financiera. Doctor en Derecho

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *