En abril de 2016 se ha publicado la obra «El Gobierno Corporativo de las Entidades Bancarias», de la que soy director y autor del capítulo introductorio, editada por Thomson Reuters Aranzadi.

En ella participan abogados y economistas ampliamente conocedores del sistema financiero y las entidades bancarias, tanto en los aspectos más teóricos como, y esto es lo más relevante, en los aplicados. 
El prologuista es Fernando Zunzunegui, un maestro en la distancia para mí, y conformador e impulsor del Derecho del Mercado Financiero (al que alude el preámbulo de la Orden ECC/2316/2015, de 4 de noviembre, relativa a las obligaciones de la información y clasificación de productos financieros: «La existencia de información veraz, suficiente y comprensible sobre los productos y servicios ofrecidos por las entidades financieras a sus clientes constituye uno de los principios básicos del Derecho de los mercados financieros»).
A continuación reproduzco parte de la presentación de la obra, y el índice de capítulos y autores.
Presentación

«El sistema financiero de 2016 resultaría irreconocible para un observador que tomara como referencia una fecha tan cercana como 2005 o 2006. Ni las instituciones financieras son nominal, sustancial y numeralmente las que eran, tras una intensa etapa de reestructuración del sector, ni los modelos de negocio tienen mucho que ver con la tradicional y simple intermediación entre los depositantes y los solicitantes de crédito.
Por si esto fuera poco, en un escenario en el que se difuminan los contornos de las causas y de los efectos, han surgido otras dificultades, como unos tipos de interés cercanos a cero o negativos, que parece que serán duraderos, la innovación financiera, que más que una opción parece un asidero para garantizar la supervivencia, o la aparición de agentes de gran tamaño y sofisticación que están dispuestos a competir con las instituciones financieras para prestar algunos servicios ofrecidos por estas, hasta el momento, en exclusiva (en el ámbito de los servicios de pago, sobre todo).
Pero lo más grave, en un fenómeno que supera fronteras, acaso sea la pérdida de la confianza de los clientes de las entidades en cada una de ellas, individualmente, y en su suma, como conjunto. Esta pérdida de confianza es el fruto de una serie de malas prácticas, aunque también de malentendidos e incluso de una falta de comprensión de aspectos básicos del funcionamiento del sistema financiero, tanto por los propios clientes como por otros agentes económicos, sociales y jurídicos. Que sea la industria bancaria la que ahora trate de impulsar una “nueva cultura” o un “nuevo paradigma” en las relaciones con sus clientes puede ser bienintencionado pero también levantar suspicacias.
[…]
El gobierno corporativo, de este modo, cobra bríos renovados, pues se convierte en el timón que permite pilotar eficazmente una nave de la complejidad de una entidad bancaria, de la más pequeña a la más grande y sofisticada, en aguas calmas pero también tempestuosas, teniendo en cuenta los intereses y necesidades de los accionistas, de los administradores y de otros grupos de interés, destacando entre ellos los propios de los clientes, que dan a cada entidad, y al sistema como fenómeno totalizador, su genuina razón de ser. 
No existe el modelo perfecto de buen gobierno. Dentro los parámetros generales de la normativa y de las mejores prácticas y recomendaciones —y, a veces, yendo más allá— es responsabilidad de cada entidad, atendiendo a su idiosincrasia e incluso historia, definir los criterios y prácticas que robustezcan su gestión más sana y prudente.
[…]
La mejor acotación y conocimiento del gobierno corporativo de las entidades bancarias permitirá, sin duda, que en el futuro no se sucedan crisis tan devastadoras como la reciente, tan perjudiciales para la clientela, los accionistas y los contribuyentes. Sin embargo, debemos ser conscientes de que el gobierno corporativo es uno entre otros resortes, por lo que la mayor contribución de esta disciplina quizá sea la de permitirnos concienciarnos de que la clave para el buen funcionamiento de una gran compañía, financiera o no, reside en el establecimiento de pesos y contrapesos y en un diálogo —interno y externo— razonable y fluido, como resultado de la interacción de todas las partes interesadas».
Sumario de capítulos y autores
Capítulo 1. Consideraciones generales sobre el gobierno corporativo de las entidades bancarias
José María López Jiménez
Capítulo 2. Fuentes regulatorias del Gobierno Corporativo y tendencias
Ángel Luis Siles Talens
Capítulo 3. Los Códigos de Buen Gobierno
Vicente Orti Gisbert
Capítulo 4. Gobierno corporativo y responsabilidad social
Inés García-Pintos Balbás y Fernando Gracia Martino 
Capítulo 5. Los grupos de interés y la responsabilidad social corporativa
José Antonio Díaz Campos
Capítulo 6. El gobierno corporativo de las entidades de crédito ante la supervisión bancaria única
Francisco Uría
Capítulo 7. El Informe Anual de Gobierno Corporativo
Rocío Ayala Blanca
Capítulo 8. La Junta General de Accionistas
Carmen de Vivero de Porras
Capítulo 9. El Consejo de Administración y sus Comisiones (Nombramientos, Retribuciones, Riesgos, Auditoría). El Presidente, el Consejero-Delegado, el Secretario del Consejo
Enrique Sanjuán y Muñoz
Capítulo 10. La idoneidad para el desempeño de los administradores y de determinados puestos claves
Antonio Jesús López Expósito
Capítulo 11. La remuneración de los consejeros y directivos (I): principales aspectos regulatorios
Rafael Perea Ortega
Capítulo 12. La retribución de los administradores y directivos (II): régimen tributario
Antonio Narváez Luque


José María López Jiménez

Especialista en regulación financiera. Doctor en Derecho

2 commentarios

Angel Luis Siles Taléns · 9 marzo, 2016 a las 9:19 pm

Una satisfacción haber participado en esta obra

José Mª López Jiménez · 13 mayo, 2016 a las 9:17 pm

Muchas gracias, Ángel L.

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