Alan Ware, en “Partidos políticos y sistemas de partidos” (Istmo, 2004, págs. 64-83), comenta la propuesta de “familias espirituales” de los partidos políticos formulada por Von Beyme: partidos liberales y radicales; partidos conservadores; partidos socialistas y social-demócratas; partidos demócrata-cristianos; partidos comunistas; partidos agrarios; partidos regionales y étnicos; y partidos de extrema derecha.

El último movimiento en incorporarse ha sido el ecologista. Según la tesis de Von Beyme elaborada en los años 80 del pasado siglo, los partidos ecologistas tocaban un gran número de ideas tanto de izquierda como de derecha o de centro. En cambio, Ware (pág. 83) estima que “existen razones para considerar que el medioambientalismo se ha convertido en un nuevo tipo de política de izquierda más que en un movimiento completamente al margen de las nociones tradicionales de izquierda y derecha”. Asimismo, considera que “Muchos de los objetivos perseguidos por los ecologistas sólo pueden lograrse a través de un alto grado de intervención estatal coordinado con intervenciones internacionales. El grado de este intervencionismo colisiona con la noción de Estado ideal defendida tanto por liberales como por conservadores. […] El prototipo de votante de clase media que se siente atraído por el ecologismo no estaría dispuesto a aceptar políticas sociales conservadoras en estas áreas […]”.

Tengamos en cuenta que estas palabas se escribieron décadas atrás, antes de que se originara la intensa preocupación por el cambio climático y la degradación ambiental de nuestros días. No obstante, ciertamente, al menos en una etapa inicial, han sido los partidos políticos más proclives al intervencionismo los que han abrazado las tesis de la protección ecológica, aunque, en un país como el nuestro, los partidos moderados y a la izquierda de la izquierda comparten, en general, esta sensibilidad ambiental y social.

En el artículo “The odd couple: how Germany’s Greens embraced business” (Financial Times, 13 de septiembre de 2021) también se muestra cómo el partido verde alemán ha evolucionado hacia posiciones menos extremistas, más de centro y más alineadas con el sector empresarial, lo que quizás se haya convertido en la fórmula del éxito alcanzado en los últimos años. Desde 2011, los verdes gobiernan Baden-Württemberg, una de las regiones más prósperas e industrializadas de Alemania.

La candidata verde Annalena Baerbock es improbable que alcance la victoria en las elecciones a canciller, pero su apoyo será clave para la formación de gobierno. Cuando comenzó su campaña meses atrás no se refirió al rescate de los bosques o a la protección de la fauna, sino al apoyo de su partido a las empresas germanas.

Hasta hace poco, los verdes ignoraban a las corporaciones, y estas a los verdes. Algo ha comenzado a cambiar…

 

(Imagen de la autoría de macrovector – www.freepik.es)


José María López Jiménez

Especialista en regulación financiera. Doctor en Derecho

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