“El que trae las catástrofes. Una reflexión sobre Brian Aldiss y la naturaleza”, Javier Calvo, Jot Down, nº 30, marzo 2020, págs. 42-45
“Es imposible resumir el espectro colosal de temas, ideas y argumentos que hay en Heliconia. En un esfuerzo máximo de síntesis, se puede decir que la novela trata de un planeta que, debido a su posicionamiento respecto a una estrella binaria, tiene un año equivalente a 2.500 años de la Tierra. Esto provoca variaciones climáticas tan descomunales que sus civilizaciones no pueden sobrevivir a ellas, sino que evolucionan hasta la modernidad durante los periodos estivales y en el apogeo del invierno regresan a las culturas neolíticas y a la vida en el subsuelo y luchan contra la extinción. Uno de los temas del libro es la memoria, la fragilidad de la cultura y de la conexión con el pasado y el significado civilizatorio de instrumentos como la escritura o la representación artística y la máquina.
El otro gran tema de Heliconia es el conflicto con la Naturaleza. Esto se formaliza por medio de dos vías. En primer lugar, mostrando a los personajes sobre el gigantesco telón de fondo de su planeta en momentos en los que tanto este como el clima están experimentando cambios. Para dar una idea adecuada de la escala de la vida en Heliconia, cada uno de los volúmenes de la saga muestra un punto de transición distinto dentro del gigantesco arco del Gran Año Heliconio, pero la segunda vía es la introducción en la historia de otra especie inteligente: se trata de los phagors, una especie de humanoides-bestias astados y lanudos, con quienes los humanos viven en simbiosis. Esta simbiosis está representada por un virus del que ambas especies son portadoras en distintas fases de su evolución anual conjunta, y cuyos estragos les permiten crear mecanismos adaptativos encaminados a la supervivencia”.