“Cada nación se escribe su propia historia, porque cuando te la escriben otros, acabas en el sumidero. Pero ahora vamos a la crisis del XVII. El hispanista y economista Hamilton se pone a demostrar que el oro y la plata de España (otro clásico; en este caso es obsesión inglesa) fluye en tales cantidades que desborda los cauces económicos europeos, que no estaban preparados para encajar tanto metal precioso y provoca un desequilibrio inflacionario de tales proporciones que arrastra a Europa entera, desencadenando la gran crisis del siglo XVII con todos sus jinetes apocalípticos: guerras, hambrunas, descenso demográfico… digamos que España sucumbe bajo el peso de los tesoros robados en América y arrastra a toda Europa, pobre Europa, con ella. Todas las naciones europeas, inocentes criaturas, padecen las consecuencias de la auri sacra fames de los españoles. Naturalmente, Hamilton no se expresa en estos términos. Él hace economía.
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La crisis del siglo XVII no tuvo nada que ver ni con el oro de América, ni con la circulación de moneda española, ni con España ni con su imperio. Parker [Global Crisis: War, Climate Change and Catastrophe in the Seventeenth Century, Yale University Press, New Haven y Londres, 2013] plantea una crisis planetaria desde China al Imperio turco, pasando por Nueva Zelanda, con una influencia crucial de los factores climáticos”.
María Elvira Roca Barea, Fracasología. España y sus élites: de los afrancesados a nuestros días, Espasa Libros, S. L. U., Booket, Barcelona, 2019, págs. 400 y 401.