Es posible que los grupos de sociedades se contemplen, en general, con cierto recelo, lo que puede obedecer al papel desarrollado por los grandes grupos —los internacionales—, que son los que verdaderamente aprovechan toda la potencialidad del fenómeno globalizador.
Sin embargo, esta forma de organización empresarial es inherente a nuestras sofisticadas sociedades industriales. Dentro de la libertad general de empresa, el empresario puede optar por esta estructura para mejorar su actividad productiva y para limitar los riesgos inescindibles de su actividad.
Se da la paradoja de que no existe en nuestro país un marco legal y conceptual bien delimitado, sino que, al contrario, cada parcela del Derecho ha debido improvisar criterios para dar respuesta concreta a asuntos que no admiten demora en los diversos órdenes: el societario, el tributario, el laboral…
En todo caso, se ha de reconocer la preeminencia de la normativa mercantil y contable, contenida en sus aspectos básicos, especialmente, en el Código de Comercio, que parece ejercer una atracción conceptual sobre el resto de sectores del Ordenamiento Jurídico, cada uno de los cuales ha asumido, eliminado, modificado o añadido lo que le ha convenido de dicha regulación conforme a sus propios principios informadores y fines.
Esta obra, teniendo en cuenta todo lo anterior y con un enfoque multidisciplinar y eminentemente práctico, procura dar una respuesta totalizadora al fenómeno de los grupos de sociedades, partiendo desde lo más global —el análisis de las multinacionales y los grupos internacionales— para llegar hasta los aspectos del día a día de quienes se enfrentan con la problemática derivada de los grupos en los ámbitos societario-mercantil, concursal, contable y tributario, laboral y penal. La obra se cierra con una adenda —que tiene por objeto el análisis jurisprudencial societario-mercantil— y con diversos formularios procesales.